Aunque son más costosas que las sintéticas, las pelucas de pelo natural destacan por su textura sedosa y agradable, su brillo sutil, su versatilidad y también por su durabilidad.
Ahora bien, para que la vida útil de este tipo de piezas se prolongue en el tiempo, es fundamental llevar adelante una buena rutina de cuidado, tanto en términos de limpieza, hidratación y manipulación.
En este artículo, te explicamos cuál es la mejor estrategia para lavar las pelucas de cabello natural.
La importancia del lavado en las pelucas de pelo natural
Así como sucede con nuestro propio cabello, las pelucas realizadas con pelo natural se ensucian con el uso. El polvo, los productos utilizados para peinarlas y los aceites naturales de la piel se acumulan en sus fibras, haciendo que las piezas luzcan grasosas, opacas y, en ocasiones, tengan olores poco agradables.
Lavarlas permite eliminar la suciedad y devolverle al cabello la suavidad, la frescura y el brillo habitual, mejorando su aspecto.
Además, higienizarlas con los productos adecuados ayuda a extender la vida útil de las piezas, contribuyendo a que el cabello se mantenga hidratado y suave.
Con respecto a la frecuencia del lavado, todo depende del uso que se le dé a la pieza, del estilo de vida y del tipo de cabello que posea.
En líneas generales, se recomienda lavar las pelucas de pelo natural cada 1 o 2 semanas, o bien cuando el pelo comience a sentirse pegajoso, seco o sin volumen.
Es importante saber que, aunque la peluca no se utilice por un periodo prolongado, también es aconsejable lavarla para rehidratarla, ya que las piezas de pelo natural se deshidratan con el tiempo.
5 pasos para lavar pelucas de cabello natural
Para lograr un lavado efectivo de las piezas de pelo natural, es fundamental que sigas una serie de pasos específicos.
Primer paso – Desenredado
Antes de proceder a su limpieza, colocá la peluca en un cabezal para poder desenredar sus fibras.
Usando un peine de dientes anchos, empezá desenredando las puntas. Una vez que estén libres de nudos, avanzá hacia las raíces.
Si en algunos tramos está muy enredada, podés utilizar tus manos para desenmarañar los nudos más difíciles.
Segundo paso – Remojo y lavado
A continuación, llená la pileta, o bien un recipiente con agua fría o ligeramente tibia (nunca uses agua caliente, ya que podrías dañar las fibras) y disolvé una pequeña cantidad de champú en ella.
Tené en cuenta que debés utilizar productos específicamente formulados para pelo natural altamente procesado.
Luego, sumergí la pieza en el agua y dejala en remojo por alrededor de 5 minutos. No la frotes ni la peines, simplemente remové el agua suavemente para que penetre en toda la extensión de las fibras que componen la peluca.
Tercer paso – Enjuague
Una vez transcurrido el tiempo de lavado, es preciso que enjuagues la peluca. Para eso, dejá que corra agua fría desde la base hacia la parte inferior del cabello.
Cuando hayas eliminado el champú y el agua salga limpia, secala suavemente con una toalla para quitar el exceso de humedad.
Cuarto paso – Acondicionador
Después, aplicá un acondicionador especialmente formulado para este tipo de piezas, comenzando por la parte inferior.
Peiná suavemente los mechones con los dedos, evitando que el acondicionador toque la base de la peluca.
Dejá que el producto se asiente por alrededor de 2 minutos y, luego, volvé a enjuagar la peluca con agua fría hasta remover todo el producto.
Quinto paso – Secado
Utilizá una toalla para quitar el exceso de agua y, a continuación, coloca la peluca en el soporte para que se seque al aire.
Evitá secarla con secador y cepillarla antes de que haya recibido aire natural. ¡Esto es todo! Tu pieza ya está limpia y lista para ser utilizada nuevamente.
En Pozzi, contamos con una amplia variedad de pelucas de pelo natural para que elijas la que mejor se adapte a tus necesidades y estilo personal. ¡Esperamos tu consulta!
junio 10, 2024