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Aunque hay quienes prefieren los pañuelos o los sombreros, una buena parte de las mujeres que se encuentran atravesando tratamientos para combatir el cáncer utilizan pelucas oncológicas.

Además de cubrir la pérdida de cabello—uno de los efectos secundarios más habituales de la quimioterapia—, este tipo de piezas ayudan a atravesar la dolencia con mayor confianza, ya que refuerzan la autoestima, fomentan la aceptación y aportan privacidad.

En este artículo, te contamos cómo llevar adelante un cuidado adecuado de las pelucas oncológicas para conservarlas en buen estado y extender su vida útil.

Pelucas oncológicas, un complemento ideal para quienes atraviesan tratamientos contra el cáncer

Cuando reciben un diagnóstico positivo de cáncer, además del golpe emocional que supone iniciar un tratamiento para recuperar la salud, las pacientes deben hacer frente a los efectos secundarios que producen esas intervenciones terapéuticas. La caída del pelo es uno de los más habituales.

Para mitigar el impacto que la pérdida de cabello genera, muchas mujeres deciden utilizar pelucas oncológicas.

El uso de estas piezas tiene efectos positivos sobre las pacientes. En primer lugar, fomenta la aceptación, ayudando a tolerar mejor los cambios físicos asociados a la condición. En este sentido, este tipo de pelucas le devuelven a las mujeres algo de control cuando todo parece derrumbarse.

Además, su utilización contribuye al bienestar emocional, ya que al aportar normalidad en un contexto desfavorable, mitigan la angustia, la ansiedad y la tristeza, entre otros sentimientos negativos.

Por otro lado, usar pelucas oncológicas ayuda a restablecer la confianza, haciendo que las mujeres que las portan se sientan más a gusto consigo mismas.

Finalmente, las pelucas oncológicas favorecen la preservación de la intimidad. No todas las pacientes quieren contar lo que están atravesando. Usar estas piezas ayuda a mantener la privacidad.

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Cómo cuidar las pelucas oncológicas

Si estás a punto de comprarte una peluca oncológica, o ya la adquiriste y querés preservarla en el mejor estado posible, es fundamental que sigas algunas recomendaciones.

Lo primero que tenés que saber es que las pelucas que se usan a diario se deben lavar de manera periódica utilizando productos especiales para el cuidado de este tipo de piezas.

El proceso de lavado comienza con el desenredado. Para eso, es preciso colocar la peluca en un cabezal y desenmarañar las fibras con un peine de dientes anchos.

A continuación, se debe disolver una pequeña cantidad de champú en un recipiente que contenga agua fría o ligeramente tibia (nunca caliente) y sumergir la pieza en la solución, dejándola en remojo por aproximadamente 5 minutos.

El enjuague se realiza dejando que corra agua fría limpia desde la base hacia las puntas. Luego, la peluca se seca con una toalla y se la rocía con acondicionador, siempre comenzando desde la parte inferior y evitando que toque la base.

Finalmente, la pieza debe secarse de manera natural. Para lograrlo, es necesario colocarla en un soporte y dejar que el aire circule entre sus fibras. ¡Atención! Algunas piezas tardan entre 8 y 12 horas en secarse por completo.

En Pozzi, acompañamos a las mujeres en los diferentes momentos de su vida. Por eso, contamos con diferentes pelucas oncológicas para que elijas la pieza que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias. Si necesitás ayuda, contactanos

Pelucas Pozzi
Subido por: Pelucas Pozzi
octubre 8, 2024
Somos una empresa con más de 100 años en movimiento, con el desafío constante de resaltar la belleza de la mujer actual y atender sus necesidades. Nuestras pelucas se confeccionan de forma artesanal, a mano y a medida de cada cliente, logrando un producto de alta calidad, totalmente natural. Para tal fin utilizamos el mejor cabello disponible a nivel mundial.